Archivo del blog

lunes, 7 de noviembre de 2011

TAREA DE INVESTIGACIÓN: "La importancia del bipedismo en la evolución"

           El bipedismo consiste en la adopción de una postura erguida sobre dos patas y es el cambio anatómico que se encuentra en la base del proceso de hominización. La transformación de la marcha cuadrúpeda a la marcha bípeda eficaz necesitó una radical transformación anatómica. Además la marcha bípeda tiene varias desventajas asociadas como pueden ser que es más frágil, que no es apto para escapar de alguna situación peligrosa corriendo porque es más débil y lenta, que no representa ahorro energético, que supone enormes tensiones en la estructura esquelética y en la columna vertebral, que los cambios en la pelvis hacen que el parto sea difícil y peligroso, que las crías son muy vulnerables tardando dos años en defenderse en el acto de caminar…

                En nuestra especie, a diferencia de otras que nada más nacer andan de inmediato y sin aprendizaje, es decir, lo hacen de forma innata; tenemos que aprender a andar, lo cual constituye en un proceso largo y dificultoso. Por tanto, decimos que el bipedismo todavía no se ha convertido en un comportamiento innato.

               Todo esto indica que la presión selectiva de la evolución debió ser muy intensa porque el bipedismo ofrecía importantes ventajas para la supervivencia. El cambio se produjo cuando los protohomínidos se vieron en la necesidad de sustituir definitivamente el hábitat arborícola por el hábitat del suelo. Este nuevo hábitat ofrecía grandes ventajas, a la vez que estaba cargado de enormes peligros. En la sabana es imprescindible saber responder con eficacia a la necesidad de desplazamientos largos y rápidos sorteando los peligros y sabiendo aprovechar el abundante y rico alimento que ofrece, lo que requiere la adaptación de un cerebro lo suficientemente complejo y potente como para responder con eficacia a los nuevos retos. El bipedismo es por tanto una respuesta adaptativa eficaz a las nuevas exigencias del hábitat.

Liberación de las manos y herramientas

              La consecuencia más importante que trajo consigo el bipedismo fue la diferenciación en la función de varias partes del cuerpo, principalmente de las piernas y los brazos. Las piernas se especializan en exclusiva como aparatos locomotores y los brazos y manos en aparatos prensores, manipuladores y táctiles, lo que provoca una progresiva transformación: menor tamaño y fuerza de hombros y brazos, mayor habilidad y precisión de la mano, etc. Estas adaptaciones harán posible que en el futuro las personas puedan realizar actividades tan precisas como es escribir o atar unos cordones.

              La liberación permanente de las manos las dejó dispuestas tanto para coger objetos (piedras, palos, huesos) como para llevar un útil cuyo manejo hubiera encontrado conveniente. Estos útiles últimos educarían a su vez la mano transformándola en un órgano manipulador de instrumentos cada vez más perfecto. El lento perfeccionamiento de estas manipulaciones es la línea que marca el progreso de los homínidos en esta etapa.

                El disponer de herramientas cada vez más adecuadas y diversas trajo dos nuevas consecuencias: el perfeccionamiento de la defensa y la explotación de nuevas fuentes de alimento, lo que permite aumentar y diversificar la dieta. Así, el homínido se emancipa de su especialización a un determinado alimento y a un determinado modo de conseguirlo. Al principio su dieta de proteínas es mínima; la actividad principal para conseguirla es la captura de pequeños insectos, reptiles etc., y más adelante será posible la caza. Con esto aprenderá a transformar los nuevos alimentos adecuándolos a su aparato digestivo, para lo cual fue de vital importancia la aparición del fuego. De esta manera, la aplicación del útil a la obtención y a la transformación de alimentos convierte al homínido en un ser autótrofo, que adapta los alimentos a su propio aparato digestivo; frente al resto de animales heterótrofos, que configuran su aparato digestivo a un determinado alimento. Este carácter autónomo de los homínidos es esencial para nuestro proceso evolutivo. El hombre es la única especie que procede a una manipulación y transformación del medio para adaptarlo a sus necesidades, en vez de adaptarse él a las exigencias del medio.

Cabeza erguida y desarrollo del cerebro

                La posición erguida coloca la cabeza en la vertical del cuerpo, a diferencia de los animales cuadrúpedos o semicuadrúpedos, como los simios, en los que constituye una prolongación horizontal del cuerpo. La posición obliga al desarrollo de una poderosa musculatura, y unos sólidos huesos donde fijarse, para la sujeción de la cabeza, lo cual se convierte en un freno para su crecimiento por el enorme peso que representa. En el prehomínido bípedo el Foramen Magnun, el agujero occipital por el que se une el cerebro con la médula espinal se adelanta, haciendo que el peso recaiga verticalmente sobre la columna y las piernas hasta el suelo. Esta posición de equilibrio hace innecesaria la potente musculatura de la cara y cuello, propia de los simios, lo que posibilitará que se produzca un considerable aumento del cerebro.

                El volumen del cerebro aumenta considerablemente favorecido por las novedades anatómicas y por las conductuales que exigen y estimulan un desarrollo de las capacidades cerebrales. En este proceso se produce una constante retroalimentación de diferentes áreas cerebrales con la coordinación manual y de locomoción, la vista, el oído, etc.


                El homo sapiens sapiens, es la última especie conocida hasta ahora de la evolución y se ha comprobado que es el único que tiene la capacidad de ser educado. En tanto especie y sujeto educable ha subsistido y progresado debido a la capacidad mental de investigación, cuya realización ha dotado a la humanidad de recursos mayores y más eficaces de defensa contra todo tipo de adversarios, de medios de superación de obstáculos y de  conquista  de logros para perfeccionar formas de alimentación y convivencia humana, lo que ha tenido su origen en la  fabricación y manipulación de herramientas y en el desarrollo de la capacidad cerebral.


                  En resumen, podemos decir que la importancia del desarrollo del bipedismo en los seres humanos es muy alta pues ha permitido el desarrollo del cerebro y la capacidad para manipular cosas y poder utilizar esta habilidad para multitud de funciones.
LUCIA REMEDIOS APARICIO ARROYO
2º A PRIMARIA
FACULTAD DE EDUCACIÓN DE TOLEDO UCLM

No hay comentarios:

Publicar un comentario