1. Opinión personal.
Con respecto a las actuales huelgas de profesores de secundaria que se están produciendo en numerosos centros educativos de nuestro país mi opinión es la siguiente y es que por una parte estoy de acuerdo con todos aquellos docentes que se manifiestan en contra de las bajadas salariales que el Estado les quiere imponer, así como el aumento de horas lectivas que tendrán que llevar a cabo. Me parece injusto que se hagan recortes en sectores tan importantes como es la educación ya que aunque haya gente que crea que los profesores trabajan poco y con una jornada reducida no tienen idea de la gran labor que en realidad llevan a cabo y de todas las horas que emplean en realizar correctamente su trabajo.
Por otra parte, me sitúo en el lugar del Gobierno y pienso que en efecto se deben llevar a cabo recortes en los empleos del sector público debido a la crisis que estamos atravesando y a la cantidad de deudas que tiene nuestro país, pero esas reducciones salariales deberían llevarse a cabo no sólo en educación sino que, en primer lugar, sobre los funcionarios de delegaciones, diputaciones y sobre los mismos ministros y presidente del gobierno.
2. Búsqueda de información de dos fuentes contrastadas.
EDITORIAL DE LA REVISTA ANPE Nº 543, por Nicolás Fernández Guisado, presidente nacional de ANPE. (Miércoles, 21 de septiembre de 2011).
Los recortes maltratan a la educación.
La grave situación económica obliga a tomar decisiones que puedan enderezar el rumbo de un país con unos niveles de endeudamiento inadmisibles. La obligatoriedad de control del gasto público operada en la reciente reforma constitucional puede convertirse en la oportunidad para establecer un nuevo orden de prioridades, en el que deberían estar preservadas las políticas sociales básicas: educación, sanidad y pensiones.
Hemos vivido durante décadas en medio de enormes derroches durante los cuales la educación no ha contado con el respaldo económico suficiente. En los tiempos de bonanza, España mantuvo el porcentaje de PIB destinado a la educación siempre por debajo de la media de la OCDE, y las retribuciones docentes por debajo del IPC.
En este momento de cambio obligado, la educación debería ocupar el primer puesto de los intereses sociales. Sin embargo, estamos comprobando, con tristeza y frustración, que no es una verdadera prioridad. Desde que el presidente del Gobierno adoptó las primeras medidas restrictivas, sus principales destinatarios fueron los funcionarios públicos y, por ende, los docentes, que vieron recortadas sus retribuciones entre un 5 y un 10 % en una decisión sin precedentes. Posteriormente, los presupuestos del Estado y de las comunidades autónomas redujeron sus partidas en educación en un montante superior a los 2000 millones de euros, lo que ha afectado gravemente a programas educativos y a políticas de personal. Un eslabón más en la cadena de despropósitos lo constituyó la última oferta de empleo público, cuya tasa de reposición de efectivos se fijó sólo en un 30%, con el agravante de que en algunas comunidades no se ha convocado ni una sola plaza en este año.
En este contexto, el aumento de dos horas lectivas va más allá del incremento en el horario de los profesores, ya que los centros tendrán que reducir desdobles y refuerzos, recursos para la orientación educativa, apoyos, aulas de enlace, compensatoria y todas las medidas de atención a la diversidad; un recorte que afecta sobre todo a los alumnos con más necesidades educativas, y no contribuye a la lucha contra el elevado fracaso y abandono escolar. Ello trae como consecuencia la supresión de muchos profesores interinos, cuyo número exacto iremos conociendo a lo largo del curso.
Todos estos recortes han provocado la desmoralización y el descontento generalizado del profesorado, agudizado por algunas irresponsables declaraciones de políticos que han frivolizado con la jornada laboral de los docentes y el exceso de vacaciones, haciendo, además, demagogia con la grave situación de los cinco millones de parados. Todo ello ha contribuido a la radicalización del conflicto y al enfrentamiento de los profesores con la sociedad.
ANPE, se movilizará junto al profesorado contra los recortes educativos porque afectan directamente a la calidad de la enseñanza y contribuyen a la pérdida injustificada de puestos de trabajo y al empeoramiento de las condiciones laborales de todo el profesorado, pero lo hará desde su independencia y responsabilidad, alejada de cualquier connotación política, defendiendo siempre los legítimos intereses profesionales del profesorado, pero advirtiendo que no contribuirá la radicalización del conflicto, ni al enfrentamiento político ni a servir a otros objetivos que sean los estrictamente profesionales.
ANPE levanta la voz por la educación como la mejor apuesta para salir de la crisis y exigirá a todas las administraciones públicas que la sitúen – ya de una vez por todas- en el centro de las políticas, llamando a la responsabilidad de los principales partidos para que sean capaces de consensuar también un pacto de mínimos que preserve al sistema educativo de la crisis económica, en la certeza de que la educación de calidad para todos es, sin lugar a dudas, una de las puertas de salida hacia un mejor futuro.
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ABC (14 de septiembre de 2011).
Aguirre: "Tenemos que recortar allí donde se puede".
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha insistido en defender que los anunciados recortes en Educación no son tal sino "un esfuerzo suplementario que se pide a los profesores". Así, ha explicado que el dinero que se destinaría a contratar a 3.000 interinos no se ahorra, sino que "se reinvierte" en la "creación de nuevos colegios y escuelas bilingües" para "seguir mejorando la calidad de la enseñanza". Sin embargo, la presidenta ha señalado que la situación que se vive es "difícil" por lo que "hay que recortar allí donde sea posible". Además sobre los paros convocados por los docentes para los próximos 20 y 21, Aguirre ha asegurado que se trata de "una huelga política" porque cuando "de verdad se han hecho recortes en Educación como los de Zapatero, "ni los sindicalistas ni los de la ceja protestaron"
3. Trasfondo político educativo que explica esta situación.
Desde hace bastantes años, se viene defendiendo el punto de vista del neoliberalismo, el cual se apoya en el principio de que la educación es un producto de mercado. Hay mercado cuando se da la conjunción entre oferta-demanda. De manera que se debe incentivar una demanda adecuada. Así, los padres tienen que tener la información necesaria para poder elegir las mejores escuelas para sus hijos.
A tal efecto al Estado le corresponde medir la calidad de las escuelas y brindar a los padres la pertinente información. Entonces, las escuelas de mejor calidad serán las más demandadas. Y, a mayor demanda, mayor cantidad de alumnos, y a mayor cantidad de alumnos mayores subsidios para las escuelas y mejores remuneraciones para sus docentes. Cantidad y calidad deben conjugarse en función de los salarios docentes.
Actualmente, el Gobierno está realizando reformas y recortes en el ámbito educativo con el objetivo de intentar mejorar la situación actual de la crisis que está viviendo España. Suponemos que el Estado, al igual que la mayoría de la sociedad, opina que las condiciones laborales de los docentes son mejores que las de cualquier otro funcionario. De ahí que los recortes salariales y el aumento de la jornada laboral por la reducción de profesores interinos se lleven a cabo sobre este colectivo. La razón va mucho más allá y está relacionada con la calidad de la enseñanza, con el intentar atender las necesidades de aquellos que más lo necesitan. En definitiva, con intentar dar el mejor servicio público.
Las principales consecuencias de los recortes actuales que se están llevando a cabo son el aumento del número de alumnos por aula; la reducción de un gran número de profesores en Educación Secundaria; el incremento de horas lectivas; el aumento del paro en este sector: el descenso de gasto público y una mejor situación económica para hacer frente a las deudas.
Esto ha provocado manifestaciones y huelgas convocadas por los sindicatos durante el mes de septiembre y octubre que tienen un claro trasfondo político. Por ejemplo, cuando el gobierno saliente de Castilla La- Mancha tomó medidas de recorte en educación, como no convocar oposiciones en el año 2011, los sindicatos no llevaron a cabo ningún tipo de huelga, y éste es un caso que afecta negativamente a los interinos, profesores y estudiantes que han estado mucho tiempo preparándose estas oposiciones. Precisamente ha sido con el cambio de gobierno de la mayoría de las comunidades autónomas cuando los sindicatos han empezado a movilizar a los profesores en contra de los recortes en materia de educación. De esta manera, hemos podido observar cómo ha habido manifestaciones y huelgas con el pretexto de que los gobiernos recién elegidos en las urnas están recortando el presupuesto de educación.
Cabe destacar que los recortes en educación van paralelos a recortes en otras materias como defensa, sanidad, justicia, empleo, etc., y responden a la necesidad de reducir el déficit que tienen hoy en día las comunidades autónomas. Para reducir este déficit, España ha recibido hace poco un ultimátum por parte de la Unión Europea en el que se le marcaban las directrices a seguir para evitar tener que ser rescatada por la Unión Europea como le pasó a Grecia, Portugal e Irlanda.
Un ejemplo de ello, es la situación que está viviendo nuestra vecina Francia, en la que los sindicatos de profesores han convocado una huelga que afecta tanto a los centros públicos como privados, en protesta por la reducción del número de enseñantes y en un ambiente de descontento por los resultados de los alumnos.
Para concluir, creemos que es necesario restringir el gasto público, pero no en la enseñanza pública, donde no sobran profesores sino que faltan medios.
LUCIA REMEDIOS APARICIO ARROYO 2º A.
